El déficit de atención se puede presentar con o sin hiperactividad, por lo que los mencionaremos de manera separada.
Los niños y niñas que presentan “Déficit de atención” frecuentemente no prestan atención suficiente e incurren en errores por descuido en las tareas escolares o en otras actividades; tienen dificultades para mantener la atención en las actividades que están realizando; a menudo parece que no escuchan cuando se les habla directamente, no siguen instrucciones y no finalizan las tareas escolares o encargos. Les cuesta mucho trabajo organizar sus actividades y no les gusta llevar a cabo tareas que requieren de un esfuerzo mental sostenido. Con frecuencia pierden objetos que necesitan para hacer sus actividades y se distraen con mucha facilidad.
Los niños y niñas que tienen “Hiperactividad” mueven mucho sus manos o pies, se remueven en su asiento o de plano lo abandonan en situaciones en las cuales se supone deberían permanecer sentados. Con frecuencia corren o saltan excesivamente en situaciones en que es inapropiado hacerlo; tienen dificultades para jugar o dedicarse tranquilamente a actividades de ocio y hablan en exceso. A menudo interrumpen o se inmiscuyen en las actividades de otros.
En nuestro país, un millón y medio de personas menores de 15 años sufren el Trastorno por Déficit de Atención, de acuerdo a reportes de la Secretaría de Salud