Dispositivos utilizados en el tratamiento

El método de la práctica entre varios

Es un dispositivo institucional que responde como todos los otros dispositivos, a las necesidades del sujeto que sufre y no las necesidades institucionales, son los sujetos quienes han dado la pauta para la creación de cada dispositivo. En este caso permite trabajar con sujetos que no hablan, como los autistas, y con otros a quienes, como dice Di Ciaccia, el goce del síntoma les ha tomado la delantera. Personas cuyo discurso no se sostiene en la sesión analítica individual, ni una experiencia de grupo, por parecerles demasiado amenazantes.

Además, se trata de un modelo que se puede reinventar en diferentes instituciones, para hacer posible apreciar los principios de eficacia terapéutica del psicoanálisis, sin que sea requisito que los profesionales pasen por una larga y compleja formación específica al psicoanálisis.

Muchas experiencias, en instituciones distribuidas en varios países – Bélgica, Francia, Italia, España, Israel. Brasil, Argentina – prueban la plasticidad del método, que de hecho ha sido reinventado en instituciones de varios tipos: escuelas regulares, guarderías, centros de escucha y de asistencia social, clínicas de asistencia psicológicas. En todas esas realidades de trabajo, la orientación analítica que se transmite con el método de la “práctica entre varios”, ha otorgado herramientas valiosas, a los profesionales y mejorado el funcionamiento de la institución en referencia a su objeto social, donde la práctica ha mostrado que el fundamento teórico se sostiene, en cada intervención es posible poner a prueba la teoría.

El tratamiento de los niños y niñas se fundamenta en el modelo "práctica entre varios", deducido de la teoría psicoanalítica lacaniana y creado por el Dr. Antonio Di Ciaccia hace 30 años en Bruselas, aplicándose actualmente con éxito en diversas instituciones en el extranjero.

El modelo “práctica entre varios” produce al mismo tiempo, un ambiente pacificante y estimulante, donde el niño y niña autista y con otros trastornos psíquicos graves encuentra un límite con las reglas sociales, que le permite introducir el orden, construir una estructura para vincularse con el mundo y acercarse así, al interés por el entorno que lo rodea a través del lenguaje y de una normatividad que le permitirá acceder al mundo social y afectivo. Sus postulados son:

Los niños con trastornos psíquicos como el autismo y la psicosis u otros, rechazan su inserción en el lenguaje, por lo que viven en una continua defensa del mundo que no entienden y les parece persecutorio. Al mismo tiempo, buscan una solución con comportamientos sin sentido y con los que no es posible comunicarse. El niño y su mundo quedan así, no metaforizados, no traducidos en palabras.

Es necesario ofrecerles un ambiente pacificante y estimulante, donde tanto el niño y la niña como los operadores (terapeutas), se encuentren sujetos a la ley del lenguaje y a normas específicas, permitiéndole introducir el orden y la ley en su psique, y acercarse así, a una normatividad que le permitirá acceder al mundo social, donde se comparte y se habla.

El uso de la comunicación indirecta, es una palabra no amenazante, que los invita a los talleres terapéuticos de una manera suave, que los convoca y que afirma las reglas, por lo cual los niños y niñas están en condiciones de escuchar y de incluirse en las actividades de los talleres.

Bajo ese ambiente regulado y a partir de los talleres artísticos (música, pintura, teatro, poesía, danza) y de vida cotidiana (comida, aseo personal) deportiva (natación) los niños y niñas pueden interesarse y asumir una posición deseante, la cual constituye la base de su autonomía y un eje para la construcción de su ser, abriéndose así al mundo, a la relación, al otro y a la palabra.

En cuanto a los familiares se realizan sesiones de tratamiento donde se les brinda contención y acompañamiento en la tarea de propiciar el desarrollo de las capacidades de sus hijos y durante el ajuste familiar que implica el tratamiento terapéutico. Y descubrir así su implicación en el trastorno del niño o la niña.

El tratamiento se brinda diariamente durante 5 horas, considerada una sesión. La mayoría de los niños y niñas asisten de lunes a viernes, y otros asisten dos o tres veces por semana con la disponibilidad de un horario matutino o vespertino.

Es de suma importancia que el tratamiento sea continuo, constante y consistente por la gravedad del trastorno, ya que, existen otros modelos de intervención institucional en los que sólo es posible recibir al niño o niña esporádicamente, o en los que no se consideran las causas del trastorno, o que bien, son de costos muy elevados para la economía familiar.

El modelo es innovador en México, pues es la primera vez que se aplica. En otros países donde el modelo ya ha estado operando durante varios años, se han alcanzado logros terapéuticos notables – los niños y niñas que se atienden logran insertarse en la vida comunitaria, empezando una escolaridad regular y logrando un lazo social equilibrado y creativo.

A diferencia de otros modelos aplicados en México, “práctica entre varios” se fundamenta en las condiciones y causas de la posición psíquica de la población afectada, por lo que su metodología es coherente con la sintomatología y la estructura psíquica, de tal modo que su propósito es incidir en la misma, produciendo un movimiento en el mismo trastorno y no únicamente buscar una adaptación o la repetición de una conducta en el niño o la niña desde el exterior, a través de prácticas de sugestión o de condicionamiento.